No es un juguete.
Es una vida.
Tener un perro cambiará tu rutina.
Tu casa, tu agenda, tus fines de semana.
Antes de decidir, hazte esta pregunta:
¿Tengo tiempo para dedicarle?
Los perros no saben de horarios.
Necesitan atención cada día.
Paseos.
Juegos.
Educación.
¿Y el espacio?
Un perro grande necesita movimiento.
Un perro pequeño, menos metros pero más energía.
¿Sabías que los primeros meses son los más intensos?
Prepara tu hogar.
No esperes a que muerda el sofá.
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Compra un kit de educación básica: clicker, snacks y paciencia.
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Tener un perro cuesta dinero.
Pienso, vacunas, veterinario, juguetes.
Haz cuentas antes de ilusionarte.
¿Tienes niños?
Un perro puede ser el mejor amigo…
O un problema si no hay límites claros.
La clave está en la responsabilidad.
No en la emoción del momento.
¿Listo para dar el paso?
Empieza con una buena lectura.
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Un perro es amor, sí.
Pero sobre todo es compromiso.